La baronía de Balsareny fue un señorío jurisdiccional propiedad, probablemente, de los descendientes del primer veguer de Balsareny, llamado Guifré y que era, además, suegro del conde de Barcelona Ramón Berenguer I, por estar éste casado con su hija Guisla.
En 1281, Ramon de Peguera compra la jurisdicción de Balsareny a Mateu de Balsareny y la incorpora a su casa.
A don Ramon de Peguera, que además de señor de Balsareny lo era también de Peguera y de Olost le sucedió su nieto Bernat de Peguera, que casó con Blanca de Bell-lloc aportando a su linaje el señorío de Vinyoles.
Su hijo y sucesor, Ramon de Peguera i de Bell-lloc fue consejero del rey a quien compró el señorío de Tornamira. También compró los señoríos de Santa Creu de Mujal y Sant Genís de Massadella, además de la baronía de Lluçà.
Los tres hijos de Ramon de Peguera i de Bell-lloc formarían las tres líneas del linaje Peguera. El mayor, Ramón de Peguera i de Cervelló le sucede en la baronía de Lluçà que se convierte en línea principal. Su tercer hijo, Bernat de Peguera i de Rajadell le sucedió en sus feudos de Manresa iniciando la línea secundaria del mismo nombre. Por último, su segundo hijo, Andreu de Peguera i de Cervelló heredó la baronía de Balsareny e inició la línea secundaria de Balsareny, que después se convertiría en principal.
Andreu de Peguera i de Cervelló compró a su hermano mayor, en 1393, la baronía de Lluçà. Su hijo y sucesor, Joan de Peguera i de Rajadell, lo fue también de su tío Ramón de Peguera, por lo que se convirtió, a la muerte de éste, en señor de Santa Maria del Cornet, Santa Creu de Mujal y Sant Genís de Massadella, además de Balsareny por su padre. Murió sin hijos, por lo que le sucedió su hermano Guillem de Peguera i de Rajadell.
En 1433, seis años antes de morir, Guillem de Peguera donó a su hijo Pere Miquel de Peguera i de Torrelles todas sus posesiones.
Pere Miquel de Peguera fue el último representante de esta línea, ya que murió sin hijos, siendo su heredera su sobrina Elionor de Saplana i de Peguera, que aportó los bienes de los Peguera al linaje de su marido, Lluís d’Oliver.
La baronía de Balsareny permaneció en manos del linaje Oliver alrededor de 200 años, hasta que, al último representante de esta familia, Miquel d’Oliver i de Sarriera, lo sucede su esposa Elisabet de Corbera que legó la baronía a Lluís de Corbera i de Castellet en 1633.
Pocos años después, en 1648, los Corbera la venden a Joan Antoni Martín, ciudadano honrado de Barcelona.
La heredera de la casa Martí, Concepción de Martín i de Magarola casó con Luis Carlos de Alós y López de Haro, aportando a este linaje la baronía de Balsareny, en manos del cual aun se mantiene.
Fue rehabilitado en 1916 por don Luis Enrique de Alós y Matheu.
El actual titular es don José Ignacio de Alós y Martín, marqués de Alós.
Estas son las armas de la baronía de Balsareny:
En 1281, Ramon de Peguera compra la jurisdicción de Balsareny a Mateu de Balsareny y la incorpora a su casa.
A don Ramon de Peguera, que además de señor de Balsareny lo era también de Peguera y de Olost le sucedió su nieto Bernat de Peguera, que casó con Blanca de Bell-lloc aportando a su linaje el señorío de Vinyoles.
Su hijo y sucesor, Ramon de Peguera i de Bell-lloc fue consejero del rey a quien compró el señorío de Tornamira. También compró los señoríos de Santa Creu de Mujal y Sant Genís de Massadella, además de la baronía de Lluçà.
Los tres hijos de Ramon de Peguera i de Bell-lloc formarían las tres líneas del linaje Peguera. El mayor, Ramón de Peguera i de Cervelló le sucede en la baronía de Lluçà que se convierte en línea principal. Su tercer hijo, Bernat de Peguera i de Rajadell le sucedió en sus feudos de Manresa iniciando la línea secundaria del mismo nombre. Por último, su segundo hijo, Andreu de Peguera i de Cervelló heredó la baronía de Balsareny e inició la línea secundaria de Balsareny, que después se convertiría en principal.
Andreu de Peguera i de Cervelló compró a su hermano mayor, en 1393, la baronía de Lluçà. Su hijo y sucesor, Joan de Peguera i de Rajadell, lo fue también de su tío Ramón de Peguera, por lo que se convirtió, a la muerte de éste, en señor de Santa Maria del Cornet, Santa Creu de Mujal y Sant Genís de Massadella, además de Balsareny por su padre. Murió sin hijos, por lo que le sucedió su hermano Guillem de Peguera i de Rajadell.
En 1433, seis años antes de morir, Guillem de Peguera donó a su hijo Pere Miquel de Peguera i de Torrelles todas sus posesiones.
Pere Miquel de Peguera fue el último representante de esta línea, ya que murió sin hijos, siendo su heredera su sobrina Elionor de Saplana i de Peguera, que aportó los bienes de los Peguera al linaje de su marido, Lluís d’Oliver.
La baronía de Balsareny permaneció en manos del linaje Oliver alrededor de 200 años, hasta que, al último representante de esta familia, Miquel d’Oliver i de Sarriera, lo sucede su esposa Elisabet de Corbera que legó la baronía a Lluís de Corbera i de Castellet en 1633.
Pocos años después, en 1648, los Corbera la venden a Joan Antoni Martín, ciudadano honrado de Barcelona.
La heredera de la casa Martí, Concepción de Martín i de Magarola casó con Luis Carlos de Alós y López de Haro, aportando a este linaje la baronía de Balsareny, en manos del cual aun se mantiene.
Fue rehabilitado en 1916 por don Luis Enrique de Alós y Matheu.
El actual titular es don José Ignacio de Alós y Martín, marqués de Alós.
Estas son las armas de la baronía de Balsareny:
Cortado y semipartido: Primero de oro, un árbol de sinople con un cordero de plata manchado de sable atravesado a su pie. Segundo de azur, una flor de lis de oro. Tercero de oro, un castillo de azur aclarado de sable.