El condado de Ampurias (en catalán Empúries) fue uno de los condados en los que se dividió la Marca Hispánica tras la conquista del Imperio carolingio. Estaba centrado en la ciudad de Empúries y abarcaba desde la franja litoral hasta la sierra de la Albera y hasta más al sur del río Ter. Limitaba con los condados del Rosellón, Besalú, Gerona y con el mar Mediterráneo.
El primer conde de Empúries del que se tiene constancia es Ermenguer, en 813, probablemente godo, aunque pocos años después (832) pasa a Berenguer de Tolosa tras la intromisión franca.
Tras la muerte de Berenguer de Tolosa en 835 pasa a manos de Sunyer I hasta que en 848, Carlos el Calvo lo entrega a Aleran y a Odalric sucesivamente.
El primer conde de Empúries del que se tiene constancia es Ermenguer, en 813, probablemente godo, aunque pocos años después (832) pasa a Berenguer de Tolosa tras la intromisión franca.
Tras la muerte de Berenguer de Tolosa en 835 pasa a manos de Sunyer I hasta que en 848, Carlos el Calvo lo entrega a Aleran y a Odalric sucesivamente.
En 858 Odalric fue desposeído del condado y este fue entregado a Unifredo, duque de Gotia que lo mantuvo hasta el año 862 en que Carlos el Calvo
lo entrega a Sunyer II y a su hermano Delà (el segundo dependía del primero). Se trata del primer caso de gobierno condal plural en indiviso en Cataluña.
Sunyer II es el principal impulsor del condado e instaurador de una dinastía autóctona con la que se inicia una etapa de prosperidad.
Tras la muerte de Sunyer II correinaron sus hijos Gausbert y Benció. Este último murió en 916 y Gausbert gobernó solo hasta 931. Gausbert trasladó la capital del condado de la ciudad de Empúries - muy deteriorada por las incursiones normandas- a Castelló de Empúries. Parece ser que fue el primer conde en intitularse “por la Gracia de Dios” y el primero en acuñar moneda propia prescindiendo del nombre del rey de Francia.
Tras la muerte de Gausbert, el condado de Empuréis lo heredó su hijo Hug I y el del Rosellón -que los condes de Empúries también gobernaban desde el año 895- lo heredó su otro hijo: Guislabert.
En 1014, al morir Guislabert, Hug I invadió el Rosellón. Tras la intervención del conde de Besalú Bernat I Tallaferro y de su hermano el abad Oliba, conde de Berga y Ripoll, obispo de Vic y abad de Ripoll y de Cuixà, Guislabert firmó la paz con su sobrino Gausfred II del Rosellón en 1020, manteniéndose así la separación definitiva de ambos condados.
Durante el gobierno de Hug I se iniciaron una larga serie de conflictos con la casa condal de Barcelona, que ya empezaba a convertirse en principal.
El sucesor de Hug I fue Ponç I, que fue el primero en rendir vasallaje al conde de Barcelona.
Su sucesor, Ponç II, tuvo constantes choques con la casa de Barcelona por su afán expansionista, debido a que las posesiones del de Empúries estaban rodeadas por los dominios del de Barcelona. No obstante renovó el vasallaje en dos ocasiones. En 1123 y en 1138.
Ponç III fue el primer conde en asistir a las Cortes Generales en 1197.
Tradicionalmente los condes de Empúries tuvieron conflictos con la mitra de Gerona en la misma medida que supieron cultivar la amistad con la casa de Barcelona, que ya se había afianzado como soberana de los condados.
Sunyer II es el principal impulsor del condado e instaurador de una dinastía autóctona con la que se inicia una etapa de prosperidad.
Tras la muerte de Sunyer II correinaron sus hijos Gausbert y Benció. Este último murió en 916 y Gausbert gobernó solo hasta 931. Gausbert trasladó la capital del condado de la ciudad de Empúries - muy deteriorada por las incursiones normandas- a Castelló de Empúries. Parece ser que fue el primer conde en intitularse “por la Gracia de Dios” y el primero en acuñar moneda propia prescindiendo del nombre del rey de Francia.
Tras la muerte de Gausbert, el condado de Empuréis lo heredó su hijo Hug I y el del Rosellón -que los condes de Empúries también gobernaban desde el año 895- lo heredó su otro hijo: Guislabert.
En 1014, al morir Guislabert, Hug I invadió el Rosellón. Tras la intervención del conde de Besalú Bernat I Tallaferro y de su hermano el abad Oliba, conde de Berga y Ripoll, obispo de Vic y abad de Ripoll y de Cuixà, Guislabert firmó la paz con su sobrino Gausfred II del Rosellón en 1020, manteniéndose así la separación definitiva de ambos condados.
Durante el gobierno de Hug I se iniciaron una larga serie de conflictos con la casa condal de Barcelona, que ya empezaba a convertirse en principal.
El sucesor de Hug I fue Ponç I, que fue el primero en rendir vasallaje al conde de Barcelona.
Su sucesor, Ponç II, tuvo constantes choques con la casa de Barcelona por su afán expansionista, debido a que las posesiones del de Empúries estaban rodeadas por los dominios del de Barcelona. No obstante renovó el vasallaje en dos ocasiones. En 1123 y en 1138.
Ponç III fue el primer conde en asistir a las Cortes Generales en 1197.
Tradicionalmente los condes de Empúries tuvieron conflictos con la mitra de Gerona en la misma medida que supieron cultivar la amistad con la casa de Barcelona, que ya se había afianzado como soberana de los condados.
No obstante, algunos condes se enemistaron con los soberanos, como Hug V, vizconde consorte de Bas, que chocó con Jaime I. Su hijo Ponç V, señor por matrimonio del extenso vizcondado de Cabrera, consiguió que el rey Pedro III
le devolviese el vizcondado de Bas, que su madre Sibila de Palau había vendido al rey. No obstante, se enemistó con Jaime II a raíz de su amistad con Federico II de Sicilia, por lo que le fue confiscado el condado de Bas.
Con Ponç VI se acentuó la decadencia del condado y, al morir este sin descendencia, pasó a Hug VI de Cardona, biznieto de Ponç IV, aunque lo permutó con el infante Pedro, conde de Ribagorça y cuarto hijo de Jaime II
en 1325 por la baronía de Pego, la villa de Jalón y el sitio de Laguar, en el reino de Valencia.
Con el infante Pedro, ahora Pedro I de Empúries, empieza la segunda dinastía del condado quien, con la ayuda de su padre Jaime II evitó las pretensiones de la Orden del Hospital que reclamaba el condado como sucesora de Ramón de Empúries, tío de Ponç VI y prior de los hospitalarios de Cataluña.
En 1341, Pedro I permutó el condado con su hermano Ramón Berenguer I, conde de Prades y barón de Entença.
Ramón Berenguer I, en 1364 renunció al condado a favor de su hijo Juan I.
Tras enemistarse Juan I con Bernat Alemany d’Orriols, señor de Foixà, tuvo conflictos con el rey Pedro IV, pues el primero era pariente de su esposa, Sibila de Fortià.
El asunto se agravó y el conde buscó apoyos en los señores ultra pirenaicos y se declaró en rebeldía contra el rey, aunque tuvo que capitular y, en 1387, el rey declaró el condado unido a la corona. A pesar de haber firmado la paz en 1389, las sospechas del rey sobre Juan I nunca desaparecieron y volvieron a tener enfrentamientos en 1395. Murió en Castellví de Ronsanes en 1398 recluido por el conde de Foix Mateo I.
Le sucedió en el condado su hijo Juan II que murió tres años después, en 1401 y a este su hermano Pedro II que murió al cabo de 40 días. Ninguno de estos dos condes fueron reconocidos por el rey.
Con el infante Pedro, ahora Pedro I de Empúries, empieza la segunda dinastía del condado quien, con la ayuda de su padre Jaime II evitó las pretensiones de la Orden del Hospital que reclamaba el condado como sucesora de Ramón de Empúries, tío de Ponç VI y prior de los hospitalarios de Cataluña.
En 1341, Pedro I permutó el condado con su hermano Ramón Berenguer I, conde de Prades y barón de Entença.
Ramón Berenguer I, en 1364 renunció al condado a favor de su hijo Juan I.
Tras enemistarse Juan I con Bernat Alemany d’Orriols, señor de Foixà, tuvo conflictos con el rey Pedro IV, pues el primero era pariente de su esposa, Sibila de Fortià.
El asunto se agravó y el conde buscó apoyos en los señores ultra pirenaicos y se declaró en rebeldía contra el rey, aunque tuvo que capitular y, en 1387, el rey declaró el condado unido a la corona. A pesar de haber firmado la paz en 1389, las sospechas del rey sobre Juan I nunca desaparecieron y volvieron a tener enfrentamientos en 1395. Murió en Castellví de Ronsanes en 1398 recluido por el conde de Foix Mateo I.
Le sucedió en el condado su hijo Juan II que murió tres años después, en 1401 y a este su hermano Pedro II que murió al cabo de 40 días. Ninguno de estos dos condes fueron reconocidos por el rey.
El rey Martín I, el Humano
reintegró el condado a la corona alegando los pactos de 1324 de creación de la segunda dinastía del condado y los de permuta de 1341 por los cuales, sin sucesión directa, el condado revertía a la corona. Posteriormente lo entregó a su mujer, María de Luna,
que ostentó el título de condesa de Empúries hasta 1407.
En 1409, la condesa de Empúries, entregó como prenda varias poblaciones (Sant Martí d’Empúries, Garriguella, Llançà, Roses y Cadaqués entre otras) a la Generalitat de Cataluña y el resto del condado a la ciudad de Barcelona por 55.000 florines de oro.
En 1409, la condesa de Empúries, entregó como prenda varias poblaciones (Sant Martí d’Empúries, Garriguella, Llançà, Roses y Cadaqués entre otras) a la Generalitat de Cataluña y el resto del condado a la ciudad de Barcelona por 55.000 florines de oro.
Alfonso V, el Magnánimo,
tras recuperar los derechos, otorgó de nuevo el título de conde de Empúries a su hermano, el infante Enrique, Gran Maestre de la Orden de Santiago, el 13 de enero de 1436, y con él se inició la tercera dinastía.
Tras la muerte de Enrique de Aragón, el rey cedió el condado a su sobrino Enrique de Aragón y de Pimentel, primer duque de Segorbe, hijo de infante Enrique.
El hijo del primer duque de Segorbe, Alfonso de Aragón y de Portugal sucedió a su padre en 1522 y se casó con la heredera de los Cardona, Joana Folc de Cardona, perdiendo el condado de Empúries la importancia que tuvo hasta la muerte de su padre.
En 1572, al morir sin sucesión Francisco de Aragón y Folc de Cardona, el condado pasó a su hermana Juana de Aragón y Folc de Cardona, que estaba casada con Diego Fernández de Córdoba.
Sucedió en el título que nos ocupa a Juana de Aragón y Folc de Cardona su hijo Enrique de Aragón-Folc de Cardona-Córdoba y Enríquez de Cabrera, que fue Lugarteniente de Cataluña en tres ocasiones.
Le sucedió a su vez su hijo Luis Ramón de Aragón Folc de Cardona y Córdova en 1640 y a éste, por la muerte de su hijo Joaquín en 1670, el mismo año en que murió su padre, su hermano Pedro Antonio de Aragón-Folc de Cardona-Córdoba y Fernández de Córdoba hasta 1690.
En 1690, tras la muerte sin descendencia de Pedro Antonio de Aragón-Folc de Cardona-Córdoba y Fernández de Córdoba, el condado de Empúries y el resto de los títulos vinculados a este importantísimo linaje (ducado de Cardona, condado de Prades, baronía de Entença, marquesado de Pallars, vizcondado de Vilamur, condado de Empúries, ducado de Segorbe y Comares) pasó al linaje de los duques de Medinaceli, al casar Catalina de Aragón-Folc de Cardona-Córdoba, hija de Luís, con Juan Francisco de la Cerda y Enríquez de Ribera, duque de Medinaceli y de Alcalá de los Gazules; marqués de Cogollado, Alcalá de la Alameda y de Tarifa; y conde de Los Morales y del Puerto de Santa María.
A día de hoy el condado de Empúries sigue en manos de la casa de Medinaceli, siendo su titular doña Sol María de la Blanca de Medina y Orleáns-Braganza, hija de don Ignacio de Medina y Fernández de Córdoba, duque de Segorbe y conde de Rivadavia; y nieta de doña María Victoria Eugenia Fernández de Córdoba y Fernández de Henestrosa, duquesa de Medinaceli (G. de E.), de Alcalá de los Gazules (G. de E.), de Camiña (G. de E), de Ciudad Real (G. de E.), de Denia (G. de E.) y de Tarifa (G. de E.); marquesa de Alcalá de la Alameda, de Aitona (G. de E.), de Camarasa (G. de E.), de Cilleruelo, de Comares, de Malagón, de Montalbán, de las Navas, de Pallars, de Priego (G. de E.), de San Miguel das Pena y la Mota, de Tarifa, de la Torrecilla (G. de E.), de Villafranca, y de Villarreal; condesa de Alcoutim, de Amarante, de Aramayona, de Buendía, de Castellar, de Castrogeriz, de Cocentaina, de Medellín, Condesa de los Molares Adelantado Mayor de Andalucía, de Soriana del Río, de Osona, de Prades, del Risco, de Santa Gadea (G. de E.), de Valenza y Valadares, y de Villalonso; vizcondesa de Bas, de Cabrera, de Linares, y de Vilamur.
Tras la muerte de Enrique de Aragón, el rey cedió el condado a su sobrino Enrique de Aragón y de Pimentel, primer duque de Segorbe, hijo de infante Enrique.
El hijo del primer duque de Segorbe, Alfonso de Aragón y de Portugal sucedió a su padre en 1522 y se casó con la heredera de los Cardona, Joana Folc de Cardona, perdiendo el condado de Empúries la importancia que tuvo hasta la muerte de su padre.
En 1572, al morir sin sucesión Francisco de Aragón y Folc de Cardona, el condado pasó a su hermana Juana de Aragón y Folc de Cardona, que estaba casada con Diego Fernández de Córdoba.
Sucedió en el título que nos ocupa a Juana de Aragón y Folc de Cardona su hijo Enrique de Aragón-Folc de Cardona-Córdoba y Enríquez de Cabrera, que fue Lugarteniente de Cataluña en tres ocasiones.
Le sucedió a su vez su hijo Luis Ramón de Aragón Folc de Cardona y Córdova en 1640 y a éste, por la muerte de su hijo Joaquín en 1670, el mismo año en que murió su padre, su hermano Pedro Antonio de Aragón-Folc de Cardona-Córdoba y Fernández de Córdoba hasta 1690.
En 1690, tras la muerte sin descendencia de Pedro Antonio de Aragón-Folc de Cardona-Córdoba y Fernández de Córdoba, el condado de Empúries y el resto de los títulos vinculados a este importantísimo linaje (ducado de Cardona, condado de Prades, baronía de Entença, marquesado de Pallars, vizcondado de Vilamur, condado de Empúries, ducado de Segorbe y Comares) pasó al linaje de los duques de Medinaceli, al casar Catalina de Aragón-Folc de Cardona-Córdoba, hija de Luís, con Juan Francisco de la Cerda y Enríquez de Ribera, duque de Medinaceli y de Alcalá de los Gazules; marqués de Cogollado, Alcalá de la Alameda y de Tarifa; y conde de Los Morales y del Puerto de Santa María.
A día de hoy el condado de Empúries sigue en manos de la casa de Medinaceli, siendo su titular doña Sol María de la Blanca de Medina y Orleáns-Braganza, hija de don Ignacio de Medina y Fernández de Córdoba, duque de Segorbe y conde de Rivadavia; y nieta de doña María Victoria Eugenia Fernández de Córdoba y Fernández de Henestrosa, duquesa de Medinaceli (G. de E.), de Alcalá de los Gazules (G. de E.), de Camiña (G. de E), de Ciudad Real (G. de E.), de Denia (G. de E.) y de Tarifa (G. de E.); marquesa de Alcalá de la Alameda, de Aitona (G. de E.), de Camarasa (G. de E.), de Cilleruelo, de Comares, de Malagón, de Montalbán, de las Navas, de Pallars, de Priego (G. de E.), de San Miguel das Pena y la Mota, de Tarifa, de la Torrecilla (G. de E.), de Villafranca, y de Villarreal; condesa de Alcoutim, de Amarante, de Aramayona, de Buendía, de Castellar, de Castrogeriz, de Cocentaina, de Medellín, Condesa de los Molares Adelantado Mayor de Andalucía, de Soriana del Río, de Osona, de Prades, del Risco, de Santa Gadea (G. de E.), de Valenza y Valadares, y de Villalonso; vizcondesa de Bas, de Cabrera, de Linares, y de Vilamur.
Como es fácil imaginar después de esta larga y aburrida entrada, se trata de uno de los Títulos nobiliarios más importantes que existen a día de hoy en España, tanto por su antigüedad como por la calidad de los linajes que entroncan.
Estas son las armas del condado de Empúries:
Fajado de gules y oro. Por timbre, corona de conde.