viernes, 20 de mayo de 2011

Recomendación

Tras siete años de obras el emblemático Palacio Güell vuelve a abrir sus puertas.


Esta es el artículo que publicó La Vanguardia el pasado martes en la que informaba de tan buena noticia.


El Palau Güell reabre tras siete años cerrado

El edificio, restaurado por el arquitecto Antoni González, se erige como el "germen" del genio de Gaudí

Barcelona. (EUROPA PRESS). - El Palau Güell de Barcelona, una de las primeras obras de Antoni Gaudí, reabrirá sus puertas el 26 de mayo después de siete años cerrado y tras una exhaustiva restauración para demostrar que fue el "germen" de todas las transgresiones del genial arquitecto.


Eusebi Güell encargó el edificio a Gaudí en 1885 y desde entonces ha tenido diversos usos; durante 20 años fue la vivienda familiar de los Güell, pero en la Guerra Civil llegó a ser utilizado como comisaría, y más tarde, ya en manos de la Diputación de Barcelona, albergó el Institut del Teatre.


Las obras de restauración empezaron en 1982, pero a partir de 2004 --cuando cerró sus puertas-- vivió el empujón definitivo, siempre bajo la dirección del arquitecto Antoni González, que en un encuentro con la prensa ha destacado que este edificio es "el mejor conservado" de Gaudí y de los pocos que acabó del todo.


"Es su edificio más genuino, más auténtico, no tiene añadidos", ha remarcado el arquitecto, que ha recordado que en el Palau Güell Gaudí rompió todos los postulados de la arquitectura romántica del siglo XIX, algo que se percibe en sus famosos arcos paraboidales o en la triple fachada interior, siendo éstos sólo algunos de los cientos de detalles.


"Todo es nuevo" en el Palau Güell, desde los adoquines de la entrada --que parecen de piedra pero son de madera para amoritguar el ruido de los carruajes--, hasta las famosas caballerizas, la única construcción que Gaudí dejó con el ladrillo a la vista.


Su "imaginación portentosa", recuerda González, le llevó a diseñar 160 tipos diferentes de techo y un ingenioso sistema de distribución de las estancias que hace que el edificio, con 480 metros cuadrados por planta-- parezca mucho más grande de lo que es.


Una de las estrellas de la visita es el salón principal, donde la familia Güell realizaba conciertos privados; hay un órgano en el piso superior y la acústica es "espectacular" gracias a la cúpula, igual que la decoración, con pinturas de Aleix Clapés y lámparas del propio Gaudí.


Esta sala incluye una capilla dorada que actualmente se encuentra vacía, aunque el arquitecto ha asegurado que, a pesar de lo que se ha dicho, "ni republicanos ni nacionales destruyeron nada".


González ha remarcado que aunque Gaudí fue rompedor, sí que interiorizó toda la herencia de la arquitectura hispanomusulamna y nazarí, lo que se percibe en la decoración de las salas contiguas, con delicados artesonados en el techo, revestidos de pan de oro, piel de cordero y piedras semipreciosas.


Toda la restauración, ha precisado el arquitecto, no se ha hecho para que los visitantes imaginen cómo vivían los Güell, sino para poner en valor toda la arquitectura de Gaudí, por eso los espacios se muestran vacíos, aunque otro de los motivos es que gran parte del mobiliario original está en manos de la familia Güell.


Los escasos muebles que se pueden ver fueron comprados por la Diputació de Barcelona para redecorar el palacio, y ahora se exhibirán en algunas estancias a través de un cristal, para alejarlos de las manos "depredadoras" de los turistas.


La visita también incluirá las habitaciones del matrimonio dueño de la casa y de sus sirvientes -había 12 miembros en la familia y 18 criados-, además de la vistosa azotea, con el lucernario principal coronado por un pararrayos y 20 salidas de ventilación, algunas de ellas chimeneas, recubiertas de 'trencadís'.


Los visitantes que a partir del 26 de mayo quieran descubrir el edificio tendrán que hacerlo poco a poco, ya que, por cuestiones de seguridad sólo podrán acceder al mismo tiempo alrededor de 160 personas, tras pagar una entrada que costará 10 euros.


El último tramo de las obras de restauración (2004-2011) ha costado nueve millones de euros que la Diputació de Barcelona ha financiado íntegramente para devolver al palacio, que es Patrimomio de la Humanidad por la Unesco desde 1984, todo su esplendor original.


Hoy, que es viernes, se recomienda a todo aquel que pueda que se acerque a visitar esta joya del modernismo. Además de recrearse con la genial arquitectura de Gaudí conocerá como vivía la nobleza de Barcelona a principios del siglo XX.

Palau Güell
Nou de la Rambla, 3-5
08001 Barcelona
93.317.39.74 y 93.472.57.75
http://www.palauguell.cat/