lunes, 6 de diciembre de 2010

San Francisco Javier

Para no romper la pequeña costumbre de las recomendaciones, el pasado viernes se obvió que el 03 de diciembre es el día en que el santoral católico conmemora la muerte de un importante santo con el cual, el que escribe, comparte el nombre.

Se trata de San Francisco de Jaso y Azpilicueta, más conocido como San Francisco Javier.


Nacío en el Castillo de Javier (Navarra),


en el seno de una importante familia agramontesa. Era hijo de don Juan de Jaso, señor de Javier y Presidente del Real Cosejo de Juan III de Abret, y de María de Azpilicueta, también de noble ascendencia.

Tras la conquista de Navarra por las tropas de Fadrique Álvarez de Toledo, duque de Alba, la familia Jaso huye a Bearn, donde murió el padre de Francisco Javier.

En 1524 toma la decisión de ir a estudiar a la Sorbona de París, donde conocerá a Íñigo de Loyola, más conocido como San Ignacio de Loyola,


con el que fundaría, años más tarde, la Compañía de Jesús.


Fue San Francisco Javier un misionero incansable, evangelizando de forma muy relevante, Extremo Oriente, desde India y Ceilán, hasta Japón y Malasia.

Murió en la isla de Sanchón, el 03 de diciembre de 1552, cuando estaba a punto de entrar en China. Fue trasladado a Goa, donde fue enterrado y donde permanecen sus restos. En la iglesia del Buen Jesús.

Fue elevado a los altares en 1622 por el papa Gregorio XV junto a Santa Teresa de Jesús, San Felipe Neri, San Isidro Labrador y San Ignacio de Loyola.

Después de estos breves apuntes biográficos, hoy se proponen las armas de San Francisco Javier, que son las del lugar en que nació, por ser su familia señores del mismo.



Escudo cortado. 1º de gules, un creciente ranversado jaquelado de oro y sable acolado a otro de plata. 2º de oro, un ceñidor jaquelado de oro y sable; jefe jaquelado de oro y sable en dos órdenes.