La baronía de Bellpuig es un Título nobiliario concedido con jurisdicción en 1139 por el conde de Barcelona, y después príncipe de Aragón don Ramón Berenguer IV a don Berenguer-Arnau d’Anglesola, señor de Verdú.
Fue don Berenguer-Arnau el fundador de la línea de Bellpuig del linaje de los Anglesola. Fue hermano del fundador de la línea principal don Arnau (II) d’ Anglesola. Otorgó carta de población de Lérida tras su reconquista en 1150. Le sucedió si hija doña Berenguera d’Anglesola que casó con Guillem de Cervera y que murió en 1225 tras entrar, después de enviudar, en la comunidad cisterciense de Vallbona.
Sigue la línea el nieto del fundador, don Guillem (II) d’Anglesola, consejero de Alfonso II y de Pedro II. A don Guillem (II) le sucede su hijo mayor, Guillem (III) d’Anglesola, que lucho en Valencia y obtuvo propiedades de Segorbe y Sagunto y que murió en 1296 el sitio de León. Le sucedió su hijo don Guillem (IV) d’Anglesola y este a su vez por su hijo Ramon, vizconde de Vilamur por herencia de su madre, Beatriu de Pallars. Fue don Ramon d’Anglesola el último de esta línea ya que murió sin hijos en 1386, pasando sus títulos a su hermana Beatriu d’Anglesola. Ésta los traspasó al linaje de los Cardona, pues estaba casada don Hug Folc (I) de Cardona, vizconde de Cardona. Su hijo Hug Folc (II) sucedió a sus padres convirtiéndose en vizconde de Cardona y de Vilamur; barón de Bellpuig y de Juneda y fue creado en 1375 conde de Cardona. Casó don Hug Folc (II) con Caterina de Centelles con tuvo tres hijos: Guillem, Hug y Antoni de Cardona-Anglesola i de Centelles. La baronía de Bellpuig recayó en el segundo. En la Guerra Civil catalana se posicionó contrario a Juan II. Fue capturado por las tropas del rey, junto a su hermano Guillem en la batalla de Rubinat. Los dos fuero ejecutados en 1463 y se otorgó la baronía al hermano menor, Antoni.
Casó éste con Castellana de Requesens y, tras su muerte a los 23 años, su viuda consiguió, gracias a las influencias en el bando realista de los Cardona-Requesens, poderosísimos en aquellos tiempos, conservar la baronía de Bellpuig frente al pleito que planteó su cuñada y viuda de Hug, que la pedía para sus hijos.
Sucedió en este Título don Ramon de Cardona i de Requesens, que fuera virrey de Nápoles y premiado por sus servicios con el ducado de Osma. A partir de entonces, los entronques matrimoniales de sus descendientes les aportan también el condado de Palamós y el ducado de Sessa, pero ya como Fernández de Córdoba-Cardona-Anglesola.
La baronía pasó en 1768 a los Osorio de Moscoso, condes de Altamira, en el que se mantuvo hasta que pasó al linaje Ruiz de Arana tras el matrimonio entre don José Maria Ruiz de Arana y Saavedra, conde de Sevilla la Nueva y vizconde de Mamblas con doña Maria Rosalía Osorio de Moscoso y Carvajal, duquesa de Baena (G. de E.) y marquesa de Castromonte (G. de E.).
Fueron padres de doña Maria Luisa Ruiz de Arana y Osorio de Moscoso, condesa de Nieva y de Olivito, que casó en Madrid el 18 de junio de 1882, con don Alfonso de Bustos y Bustos, marqués de Corvera (G. de E.) y de las Almenas y Vizconde de Rías, nacido, también en Madrid, el 23 de noviembre de 1861. De este fructífero matrimonio nacieron once hijos, siendo el último, don Antonio de Bustos y Ruiz de Arana, nacido en 1905, quién sucedería en la baronía de Bellpuig.
Don Antonio de Bustos y Ruiz de Arana casó en segundas nupcias con su sobrina doña Matilde de Bustos y Campero, con quien tuvo descendencia. Fue don Antonio quien rehabilitó la baronía como Título del Reino en 1923.
El actual titular de la baronía de Bellpuig es el hijo y sucesor del anteriormente citado matrimonio, don Alfonso de Bustos y Bustos.
Estas son las armas de la baronía de Bellpuig:
De oro, tres fajas vibradas de sable. Por timbre corona de barón.
Fue don Berenguer-Arnau el fundador de la línea de Bellpuig del linaje de los Anglesola. Fue hermano del fundador de la línea principal don Arnau (II) d’ Anglesola. Otorgó carta de población de Lérida tras su reconquista en 1150. Le sucedió si hija doña Berenguera d’Anglesola que casó con Guillem de Cervera y que murió en 1225 tras entrar, después de enviudar, en la comunidad cisterciense de Vallbona.
Sigue la línea el nieto del fundador, don Guillem (II) d’Anglesola, consejero de Alfonso II y de Pedro II. A don Guillem (II) le sucede su hijo mayor, Guillem (III) d’Anglesola, que lucho en Valencia y obtuvo propiedades de Segorbe y Sagunto y que murió en 1296 el sitio de León. Le sucedió su hijo don Guillem (IV) d’Anglesola y este a su vez por su hijo Ramon, vizconde de Vilamur por herencia de su madre, Beatriu de Pallars. Fue don Ramon d’Anglesola el último de esta línea ya que murió sin hijos en 1386, pasando sus títulos a su hermana Beatriu d’Anglesola. Ésta los traspasó al linaje de los Cardona, pues estaba casada don Hug Folc (I) de Cardona, vizconde de Cardona. Su hijo Hug Folc (II) sucedió a sus padres convirtiéndose en vizconde de Cardona y de Vilamur; barón de Bellpuig y de Juneda y fue creado en 1375 conde de Cardona. Casó don Hug Folc (II) con Caterina de Centelles con tuvo tres hijos: Guillem, Hug y Antoni de Cardona-Anglesola i de Centelles. La baronía de Bellpuig recayó en el segundo. En la Guerra Civil catalana se posicionó contrario a Juan II. Fue capturado por las tropas del rey, junto a su hermano Guillem en la batalla de Rubinat. Los dos fuero ejecutados en 1463 y se otorgó la baronía al hermano menor, Antoni.
Casó éste con Castellana de Requesens y, tras su muerte a los 23 años, su viuda consiguió, gracias a las influencias en el bando realista de los Cardona-Requesens, poderosísimos en aquellos tiempos, conservar la baronía de Bellpuig frente al pleito que planteó su cuñada y viuda de Hug, que la pedía para sus hijos.
Sucedió en este Título don Ramon de Cardona i de Requesens, que fuera virrey de Nápoles y premiado por sus servicios con el ducado de Osma. A partir de entonces, los entronques matrimoniales de sus descendientes les aportan también el condado de Palamós y el ducado de Sessa, pero ya como Fernández de Córdoba-Cardona-Anglesola.
La baronía pasó en 1768 a los Osorio de Moscoso, condes de Altamira, en el que se mantuvo hasta que pasó al linaje Ruiz de Arana tras el matrimonio entre don José Maria Ruiz de Arana y Saavedra, conde de Sevilla la Nueva y vizconde de Mamblas con doña Maria Rosalía Osorio de Moscoso y Carvajal, duquesa de Baena (G. de E.) y marquesa de Castromonte (G. de E.).
Fueron padres de doña Maria Luisa Ruiz de Arana y Osorio de Moscoso, condesa de Nieva y de Olivito, que casó en Madrid el 18 de junio de 1882, con don Alfonso de Bustos y Bustos, marqués de Corvera (G. de E.) y de las Almenas y Vizconde de Rías, nacido, también en Madrid, el 23 de noviembre de 1861. De este fructífero matrimonio nacieron once hijos, siendo el último, don Antonio de Bustos y Ruiz de Arana, nacido en 1905, quién sucedería en la baronía de Bellpuig.
Don Antonio de Bustos y Ruiz de Arana casó en segundas nupcias con su sobrina doña Matilde de Bustos y Campero, con quien tuvo descendencia. Fue don Antonio quien rehabilitó la baronía como Título del Reino en 1923.
El actual titular de la baronía de Bellpuig es el hijo y sucesor del anteriormente citado matrimonio, don Alfonso de Bustos y Bustos.
Estas son las armas de la baronía de Bellpuig: