Mi idea no era volver hoy ni con esta entrada sino a primeros de octubre y con otro tema, pero a raíz de lo que ha venido sucediendo estos días en el Blog de Heráldica, no he podido resistir la tentación de escribir unas líneas.
Y las escribo para romper una lanza a favor del redactor del mencionado blog y amigo, don José Juan Carrión Rangel.
No voy a entrar a valorar las entradas, pues no conozco a los afectados y creo que, además, es un debate estéril. Mis opiniones me las reservo para mí. Incluso, desde la distancia, resulta gracioso (por no llorar, claro), ver como la gente se tira los trastos por la cabeza. Es entretenido. Lo que ya no resulta tan gracioso es leer críticas al propio Blog de Heráldica y a su redactor. Ahora resulta que, según algunos, el blog se desprestigia por publicar artículos de ciertas personas que no son amigas de otras. El Blog de Heráldica que conduce magistralmente el comandante Carrión se ha caracterizado desde sus inicios hace cuatro años -¡cuatro!- por ser una tribuna en la que cualquiera podía exponer sus opiniones. Algunas más acertadas que otras, pero todas válidas. Decir que un blog se desprestigia por las opiniones de algunos es como defender que un periódico pierde credibilidad por la calidad de las cartas al director que en él se publican. Lo que da sentido y razón de ser de un blog, son sus contenidos, y, en el caso que nos ocupa, la trayectoria del Blog de Heráldica es su mejor carta de presentación.
Por otro lado, ¿alguno de los que se quejan sabe lo que cuesta tener un blog? Es un trabajo duro e intenso, que solo es posible llevar a cabo robándole horas al sueño y a la familia y, además, como se ha visto, es desagradecido. Estos que se lamentan por el desprestigio del Blog, deberían estar agradecidos por dos cosas: la primera, que exista y se mantenga con tan buena salud un espacio sobre estos temas que, lamentablemente, interesan a tan pocos; la segunda, que don José Juan, en un acto de transparencia y generosidad que lo honra, haya publicado sus opiniones. Aunque vayan en contra del medio que las recoge y publica.
Al final, la decisión de qué se publica, como, cuando y porqué en un blog es, únicamente, de su redactor. Con lo que cuesta mantener un espacio virtual abierto, ¿hay que tolerar ciertas críticas que más responden al amiguismo que a cualquier otro motivo? Yo creo que no ¿Hay que tolerar que quieran decidir lo que se publica y lo que no? Yo creo que no ¿Qué derecho les asiste para creerse con la autoridad para decirle al señor Carrión como debe gestionar su blog? Creo que ninguno. ¡Pero que voy a saber yo! Seguramente esté equivocado, pues solo soy un simple aficionado.
En fin JJ, mucho ánimo y no te desanimes. Desde aquí todo mi apoyo y mis mejores deseos para ti y para tu magnífico, aunque algunos se empeñen en lo contrario, Blog de Heráldica. ¡Y por cierto, muchas felicidades!